lunes, 14 de diciembre de 2015

MAS VERDES PARAJES (5)

Aquí en el mágico humedal sin confines
Hállese la pacífica y abismal calma fluyente
Y el apagado tacto verdoso de acuáticos jardines
Belleza envuelta en neblina de fino frescor silente
Entre al tallo del espárrago verde y los juncos de estanque
Se encuentra la superficie cristalina y reflectante
Atestadas de semilla de taciturna paz sin que nada la arranque
De floridos ramajes adheridos al paisaje de desnudez expectante
Transfuguismo de croares y cantares de grillo
Funambulesca hojarasca que se inclina desde el troncal de la orilla
Y se esparce por todas partes arrastrándose imponente cual rastrillo
Llevándose por delante las huevas y las larvas mientras impasible su entidad brilla…
Imperturbable ritmo latente bajo los calmados verdeazulados nenúfares
Que hacia la mitad de la marisma extienden su suave y carnosa presencia
El concierto de la salvaje estepa acuosa contenedora de fluorescentes frutales
Cómplice de variadas formaciones de delicada apariencia.
Deslizantes culebras que ajenas a todo muestran su baile
Sobre la abismal cuenca que los placeres abisales fraguan
Limitando con hongos, amanitas , níscalos y cabezas de fraile
Y compitiendo en armonía con la oreja de elefante y el bambú de agua.
Y al unísono todo el sistema golpea incesante
Meciendo al loto que se desplaza lento ,que sus finas tonalidades compone y fragua.
Dinámica entidad natural que prevalece mientras el equilibrio lo aguante
Regocijándose en el calmado silencio imperante…


martes, 1 de diciembre de 2015

MÁS VERDES PARAJES 3

Espesor de niebla fresca contra mi rostro.
El danzar del ranúnculo al son del cantar del sapo.
Vapores del pantano protector de la esperanza rota
Riachuelos que regalan una salida por la que escapo
Mientras observa al nenúfar que impasiblemente en las aguas flota .
Mi cuerpo sumergido en la tiniebla del verde oscuro abismo
El prisma de la bruma que entre el musgo y el liquen palpita
Las raíces acuáticas que silenciosas observan siempre lo mismo
El transcurrir de la húmeda e irritante sangre de pita.
El corazón que descansa plácido en los hierbajos acumulados
El caimán que en la secreta ciénaga quedó varado .
Escucho la sinfonía de la naturaleza salvaje escondida.
Bajo las aguas y tras hundirme, quedó muerta mi alma entumecida.
El fondo del agua con su peso incontable
El respirar triste del rocío después de que orvalle
La quintaesencia de la lágrima cautiva en el fango
Los brotes brutales de la araña acuática en su tela bailando un tango.
Fascinación por la bestia que dormita e hiberna
Sola y marchita entre las aguas del valle
El sentir del ciclo de la canción natural eterna
Que resuena y retumba sin que nadie la calle.
Portento natural de frutales venenosos
Barrizales de semilla anfibia sin nombre conocido.
Naturaleza salvaje de deseos ostentosos.